EUROPA
PRESS
7 febrero
2019
Principales
cambios en la piel durante el embarazo
La Sociedad Española de Ginecología y
Obstetricia (SEGO) reconoce que durante el embarazo se producen una serie de
alteraciones en los vasos sanguíneos, en el sistema endocrino, en el
metabolismo y en el sistema inmune que hacen que la mujer embarazada sea
especialmente susceptible a cambios en su piel.
Estos pueden ser fisiológicos (normales), como patológicos
(anormales), según precisa. En concreto, los más frecuentes son: la hiperpigmentación (o aumento de pigmentación en la piel),
el cloasma o melasma (manchas), hirsutismo (aparición
de vello o más vello de lo habitual) estrías de distensión, acné, alopecia androgénica y cambios vasculares como telangiectasias
o arañas vasculares, varices y edemas.
En una entrevista con Infosalus,
la jefa de Dermatología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias (Alcalá
de Henares, Madrid), la doctora Lidia Trasobares,
explica en este sentido que en el embarazo se producen cambios hormonales,
metabólicos e inmunológicos, que conducen a manifestaciones dermatológicas
fisiológicas, es decir, no son enfermedades sino modificaciones cutáneas
inherentes a esa situación.
"La placenta funciona como un órgano hormonal, se
produce un aumento de actividad adrenal e hipofisaria
y, junto con la contribución de las glándulas endocrinas del feto, se origina
un aumento de corticoides, un metabolismo acelerado, y un aumento en la
producción de progesterona y de estrógenos, responsables de la mayor parte de
los cambios cutáneos durante la gestación", precisa.
Así, detalla y explica brevemente cuáles son los principales
cambios cutáneos en el embarazo:
·
Hiperpigmentación: Se produce en la mayor parte
de las mujeres, especialmente en las de piel y pelo más oscuro. Se pigmentan
con más intensidad la línea alba, la zona periumbilical,
las areolas y los genitales externos.
·
Cloasma gravídico: También es frecuente su aparición, son
como manchas de color marrón en las mejillas, en la frente y en el labio superior.
Estas lesiones suelen mejorar en los meses posteriores al parto.
·
Estrías de distensión: Surgen en más de la mitad de las
gestantes y con predominio en el abdomen. Aparecen en el tercer trimestre y se
han asociado a antecedentes familiares de estrías, gestación a edad temprana,
niños con peso elevado e índice de masa corporal elevado.*
·
Cambios en el pelo: Se produce un aumento de los pelos en
fase de anagen o de crecimiento por lo que la mayoría
de las mujeres notan un pelo más vigoroso y denso. Este hecho revierte en el
puerperio donde se suele producir una caída intensa entre el primer y el quinto
mes tras el parto.
·
Cambios en las uñas: Aumenta la velocidad de crecimiento de
las uñas. Éstas pueden pigmentarse e incluso desde épocas tempranas en el embarazo
se vuelven frágiles y quebradizas. Algunos han atribuido estos cambios a la ferropenia o disminución de hierro, frecuente en el
embarazo.
·
Cambios vasculares: En el embarazo se produce un aumento del
volumen sanguíneo, dilatación vascular, aumento de la permeabilidad capilar y neovascularización. Estos cambios son responsables de que
aparezca edema (hinchazón) de manos y de pies, eritema palmar (enrojecimiento
de las palmas de las manos), varicosidades y angiomas
en forma de puntos rubí o arañas vasculares, especialmente en el tercer
trimestre. Suelen regresar después del parto.
·
Acrocordones o fibromas blandos: Son
pequeñas pápulas pediculadas que aparecen en los
pliegues del cuello, axilas o zona submamaria, a
partir del segundo trimestre. Muchos desaparecen tras el puerperio.
Cuidado de la piel
en el embarazo
Con todo ello, la doctora Trasobares
enumera una serie de consejos sobre la piel que debe seguir toda mujer
embarazada: "En general se aconseja evitar tóxicos como el tabaco al que
la piel es muy sensible, realizar una dieta adecuada y evitar un aumento
excesivo de peso".
Recuerda también que la piel no es impermeable y que muchos
de los productos que aplicamos sobre ella pueden pasar a la sangre y de ahí al
feto. Por ello, ve aconsejable utilizar sobre la piel exclusivamente
medicamentos y cosméticos adecuados para el embarazo.
Para evitar las manchas faciales ve preciso evitar la
exposición prolongada al Sol y emplear un fotoprotector con factor de
protección elevado (50). En cuanto a la prevención de las estrías, la experta
del Hospital Universitario Príncipe de Asturias (Alcalá de Henares, Madrid)
aconseja mantener un peso adecuado y emplear cremas específicas desde el inicio
del embarazo: las que más eficacia han demostrado han sido las que contienen
centella asiática y ácido hialurónico.
"En cualquier caso recordar que la mayoría de las
alteraciones cutáneas descritas desaparecerán en un plazo de 6 meses a 1 año.
Si permanecen posteriormente pueden tratarse de manera específica por su dermatólogo",
sentencia la doctora Lidia Trasobares.